Los despidos en los centros de trabajo de Aena afectarán en Balears a un
máximo de cien personas. El recorte de personal programado por el
gestor público alcanza a 55 empleados del aeropuerto de Palma, 28 del
centro de control (ninguno es controlador aéreo) y cuatro de Son Bonet,
explicó ayer el delegado de UGT en Aena, Emilio Quintana. El resto de
trabajadores salpicados pro el Expediente de Regulación de Empleo (ERE)
se encuentran en Menorca y Eivissa.
Aena ha pactado con los
sindicatos CCOO, UGT y USO un ERE que afectará a un máximo de 1.600
empleados, un 10,6 % de la plantilla de todo el país, y que recogerá
"medidas de flexibilidad interna" y desvinculaciones voluntarias, según
un portavoz del ente público.
La indemnización general será de 20
días por año, con un máximo de doce mensualidades y la posibilidad de
cobrar 8 días adicionales si en el plazo de seis meses el trabajador no
encuentra un nuevo empleo a través de un plan de recolocación.
En
el caso de los empleados de más de 55 años, con una antigüedad mínima de
10 años, la indemnización adicional sería de once días si transcurridos
seis meses no encuentran recolocación.
Aena indica que de este
modo se convierte en la primera empresa española que aplica el real
decreto aprobado hace dos días, por el que los entes, organismos y
entidades del sector público en situación de déficit o con un
presupuesto reducido en un 5 % pueden aplicar despidos colectivos entre
su personal laboral.
Aena tiene 15.000 trabajadores y una deuda
cercana a los 14.000 millones. El ERE se financiará con recursos propios
y "no utilizará dinero de los contribuyentes", según la empresa, y es
una de las medidas incluidas en el Plan de Eficiencia Aeroportuaria para
garantizar el futuro de Aena.
Son Bonet.
Otras medidas que forman parte del plan son la reducción de gastos de explotación, la disminución de horarios operativos, la optimización de infraestructuras y la fusión de sociedades "para evitar duplicidad de costes".
Este
hecho afecta expresamente al aeródromo de Son Bonet, donde se aplicará
un "plan de eficacia" que prevé un "ajuste de los horarios" y una
"flexibilización" de las tareas que desarrollan los empleados, es decir,
que hagan trabajos que hasta ahora no hacían.