En el año 2000 se celebró una competición de remo entre los trabajadores de dos empresas similares, una española y la otra alemana. Se dio la salida y los remeros alemanes empezaron a destacar desde el primer momento. El equipo español peleó con fiereza, y consiguió llegar a la meta tan solo dos minutos detrás del equipo alemán.
De vuelta a casa, la Dirección se reunió para analizar las causas de la derrota. Se repasaron los hechos y se percataron que ambas formaciones estaban constituidas por un jefe y 10 remeros. La dirección decidió que era preciso ser más innovadores que los teutones e implantó un plan de mejora a tres años vista.
En el año 2003 se dio de nuevo la salida y nuevamente el equipo alemán comenzó a distanciarse desde la primera palada. El equipo español llegó, esta vez, con 20 minutos de retraso sobre el germano.
La Dirección se volvió a reunir después del sonado rapapolvo de Gerencia para estudiar lo acaecido y vieron que ese año el equipo alemán se había compuesto nuevamente de un jefe y 10 remeros, mientras que el español, tras las eficientes medidas adoptadas en el plan tri anual, se había compuesto de 1 jefe, 2 supervisores, 3 puestos de remero diferenciado y 4 puestos de remeros. De mutuo acuerdo con el predominante sindicato de remeros, la dirección estableció un ambicioso plan de incentivos económicos y sociales, destinados a aliviar la pesada carga de trabajo de los remeros y motivarles en el ejercicio de sus funciones.
Una nueva regata tuvo lugar en el año 2006. El equipo alemán se escapó nada más darse la salida y sacó al español una hora de ventaja en la meta. El indicador FLO.RE.RO (FLOw de REmo ROtativo) arrojó un ratio asombrosamente alto para el equipo español, compuesto esta vez por un Jefe de Trainera, un Coordinador-Jefe, un TCA (Técnico de Cachondeo Abordo), 2 SUP/IN (Somos Unos Privilegiados de Ingente Nómina), 2 remeros diferenciados y 3 remeros. A pesar de que la embarcación de ese año había sido construida por INDRA (Investigación Naútica Dirigida a Réditos Avariciosos) y contaba con las últimas medidas de seguridad y tecnológicas, la empresa decidió que la realidad de la situación es que había un exceso en el número de puestos de remo. Así que se tomaron nuevas medidas para la regata del año 2009.
Ése año, incomprensiblemente para todos los analistas, el remero de plantilla se comportó de forma cansina desde la primera palada, y la trainera SACTA (Sistema Aglomerado de Control de Tracción y Avance) )Versión 6 tuvo que ser remolcada a puerto al poco de darse la salida. Ante este resultado, la empresa decidió despedir a toda la plantilla del barco y subcontratar a parte de la tripulación alemana, que atraída por las buenas condiciones del plan trienal aún vigente no dudaron en cambiar de bandera.