Eran tres náufragos: un americano, un francés y un gaditano. Llevaban cinco días en alta mar arriba de un pequeño bote, sin agua y sin alimentos.
Al sexto día, el gringo desesperado le comenta a los otros dos:
"Ya no aguantar más, yo no querer morir de hambre",
y valientemente saca un cuchillo se baja el pantalón y se arranca un pedazo de nalga y les dice al francés y al gaditano:
"Tomar un pedazo y pensar que ser un gran bistec.....", y así, los tres calmaron su hambre.
Al siguiente día se para valientemente el francés, casi enloquecido y grita:
"¡¡¡¡¡¡¡ Hoy comeremos pernil !!!!!!!". Se levanta el pantalón y se rebasa un pedazo del muslo y lo comparte entre los tres.
Entrada la noche, el gaditano no sabía que hacer porque ahora le tocaba a él arrancarse un pedazo de su cuerpo para que cenaran. Le echó valor, se levantó, empezó a bajarse la bragueta de su pantalón, y se sacó su enorme polla. Cuando el gringo lo vio, gritó emocionadamente:
"¡¡¡¡¡¡¡¡ Ohhhhhhh, comeremos hot-dogs !!!!!!!!!"
A lo que el gaditano les contesta:
"No pisha, esta noche tomareis un biberón y a dormir...."